Símbolo reciclado, sostenibilidad

La sostenibilidad se socializa

En el fondo, la sostenibilidad se centra en las personas. Consiste en crear y fomentar las condiciones económicas, medioambientales y sociales que permiten a las personas y comunidades alcanzar todo su potencial. Se trata de obtener bienestar a largo plano en su sentido más estricto. La conexión inherente (algunos incluso dirían solapada) entre la sostenibilidad y el bienestar es evidente, como lo es el hilo conductor que pasa por ambos conceptos: las personas. El elemento humano se observó por primera vez en el histórico informe Brundland, publicado en 1967, dónde se definía la sostenibilidad como aquello que cubre las necesidades de la generación actual y las futuras dentro de los límites del planeta. Esta definición presenta dos prismas, satisfacer las necesidades del ser humano y respetar los límites medioambientales. Hasta el momento, el primer de los limites del planeta ha atraído más atención y se han logrado avances significativos al respecto.

Ahora el énfasis se está centrando en otro tipo de idea, la de satisfacer las necesidades del ser humano y crear una cultura del bienestar. La sostenibilidad social está surgiendo como la nueva área de acción. Empresas de todo el mundo están adoptando este enfoque más holístico hacia la sostenibilidad, convirtiéndolo en un objetivo y una aspiración principal e inseparable de su empresa. Estos pensadores progresistas comprenden que el bienestar del medioambiente daría lugar a una crisis, el bienestar del medioambiente sin el bienestar del ser humano, no se considera ni siquiera como una posibilidad y el bienestar económico, que una vez se consideró la única forma de medir el éxito, ahora se considera como el medio para logar un futuro más sostenible.